CT participó en el vuelo de prueba en su calidad de socio del proyecto. La empresa es responsable de la ingeniería, el diseño y las tareas de estrés, así como de la comunicación y FTI, y del sistema eléctrico de la cápsula. Además, está dirigiendo la integración de Aciturri y GMV.
La cápsula, que se lanzó desde el Tata Institute of Fundamental Research (TIFR) en Hyderabad (India), alcanzó la altitud deseada gracias a un globo aerostático de hidrógeno de 773 kilogramos de peso, con un diámetro máximo entre 110 y 130 metros (la longitud de un campo de fútbol), fabricado en un policarbonato muy fino. A su regreso a la Tierra, el sistema desplegó, a gran altura, un paracaídas especial que le permitió aterrizar de forma precisa y suave en un área determinada. Por otra parte, la prueba confirmó que el paracaídas se podía desplegar en cualquier momento e iniciar el descenso a cualquier altura.
En conjunto, la prueba de las operaciones de navegación y seguridad obtuvo un éxito notable. Las diversas cámaras y dispositivos de medición de abordo capturaron imágenes y datos para verificar los resultados de estudios previos y la viabilidad operativa. Este ha sido un hito importante para CT y para el turismo especial de cero emisiones. Halo Space ya ha programado un segundo vuelo de prueba que se realizará en España el próximo año, dos años antes del lanzamiento de los primeros vuelos comerciales; la empresa planea realizar 400 viajes comerciales, con más de 3 000 pasajeros al año, para 2029.